Thursday, May 28, 2009

¿Qué me diría Gandhi?


Eres una buena persona, tus sentimientos son nobles, tu inteligencia puede estar sobre el estándar general, pero no tienes totalmente desarrollada la virtud de dar, razón por la cual, te cuesta mostrar toda la dimensión de tu valía fuera del círculo intimo o de pertenencia.
Quizá no tendrías capacidad siendo hindú, de buscar un niño musulmán y criarlo en su fe. Las injusticias logran conmoverte profundamente, especialmente las que afectan a los débiles, pero no manifiestas esta conmoción en ámbitos decisorios, donde tu voz se haría grito y se escucharía más clara. Nadie se entera de tus ayunos de protesta realizados en la comodidad del living de tu casa. La carencia de un fuerte soporte o resguardo espiritual, quizá revele en parte tu gran capacidad analítica que te aleja de toda Iglesia o estructura institucionalizada. Sin embargo también refleja tu predisposición a posturas radicalizadas. Parece que las alternativas de todo o nada, blanco o negro son tus únicas elecciones. Permítete contemplar los grises, los matices, que no siempre significan tibieza. Organiza tus actividades para poder así, ordenar tu vida, pues esto afecta también la expresión de tus valores más íntimos. Si bien acuerdas con el orden social, donde la ética y la moral rigen lo económico, por ejemplo, cuando te confundes, el trabajo (orden económico) puede sopesar sobre el deber familiar (orden ético). Como Enfermero debes trasladar todas las virtudes de tu personalidad a la labor diaria y procurar desarrollarte internamente, a través del autoconocimiento para mitigar los aspectos negativos. Entiende el cuidado del otro como el que deseas para vos mismo o tus seres queridos.
Transfórmate en la mano que acerca el vaso de agua al pléjico, en los ojos del no vidente en los oídos del que no oye.
Cuida la naturaleza entendiendo que tu deber es ese: cuidar. De esta forma asistes al medio ambiente aquejado de humanidad, ese terrible patógeno afectado de soberbia.
Dile al que discrimina que la Salud no tiene fronteras, que es un derecho universal que no reconoce (o no debiera) clases sociales. Que si los que mandan creen tener acumulado hasta el poder de decidir quién se enferma, existe un instante de no retorno que iguala a la humanidad entera. Interpreta que tu profesión está doliente de falta de reconocimiento y que te necesita. Conviértete en una voz que reclama, pero en aquellos ámbitos donde se escucha. Declama que es uno de esos débiles que deseas proteger, pero hazte entender que así se ha visto David ante Goliath. Enseña a buscar la piedra que hará caer a sus pies al gigante sistema médico. Ante todo, entiende cuál es tu misión en esta vida; solo tienes una oportunidad de llevarla a cabo con éxito.